
Bueno, pues al final se ha solucionado todo, Antonio las ha convencido para usar su casa como picadero, espero que no las meta en la furgoneta como pasó y las secuestre. –Antonio: ¡Gran idea! Voy a ponerme manos a la obra-.
Este hombre no tiene remedio, aunque por lo menos tiene mujeres en su casa –Nines: ¿Y yo que soy?-. Pues un animal de compañía que sabe fregar platos. La casa huele más mal que la pescadería del Recio. Me siento tan solo
No hay comentarios:
Publicar un comentario